Compra online El Libro de Shakespeare de Dorling Kindersley; disponible en Royce Editores, la mejor y más grande librería de diccionarios y enciclopedias en México.
¿Es la prudencia el componente principal del valor, o nos hace a todos cobardes la conciencia? ¿Vivimos días de inmadurez o es este el invierno de nuestras desdichas? Este libro, que recorre la obra de William Shakespeare, ofrece una elocuente información sobre las temáticas, las tramas y los personajes de sus obras de teatro y sonetos.
Con un lenguaje claro, El libro de Shakespeare ofrece útiles esquemas e ingeniosas ilustraciones que hacen de él la introducción ideal a las obras del autor inglés, entre las que se incluyen desde El mercader de Venecia hasta las grandes tragedias de Hamlet, Otelo, El rey Lear y Macbeth.
Tanto el neófito ávido de entender los versos y las tramas de la obra de Shakespeare, como el aficionado interesado en una perspectiva original de sus piezas preferidas del Bardo, encontrarán en este libro material valioso acerca de la obra de uno de los genios de la literatura universal.
Grandes Ideas explica temas complejos de un modo fácil de entender mediante explicaciones claras y alejándose del academicismo tradicional.
- Un excelente libro impreso
- Formato 20.3 x 24 x 2.5 cm
- 352 páginas impresas a todo color
- Fina encuadernación en tapa dura
- Primera edición, año 2015
- ISBN: 978-1-4654-6016-5, 9781465460165
- Colaboradores: Stanley Wells, Anjna Chouhan, Gillian Day, John Farndon, Jane Kingsley-Smith y Nick Walton
- Traducción: Carmen Aragón e Isabel Margelí Bailo
- © Dorling Kindersley
INTRODUCCIÓN.
EL AUTOR INDEPENDIENTE (1589-1594).
En el amor, ¿quién respeta la amistad? Los dos caballeros de Verona.
Sí, nos habéis ganado; habéis domado a una fiera. La fierecilla domada.
El pueblo, como panal furioso privado de su jefe, va de arriba abajo. Enrique VI, Parte 2.
Puedo sonreír, y asesinar mientras sonrío. Enrique VI, Parte 3.
Esta riña de hoy... enviará, entre la rosa roja y la blanca, mil almas a la muerte y a la noche eterna. Enrique VI, Parte 1.
Bueno, ya están aquí, horneados los dos en este pastel. Tito Andrónico.
Vuelto glorioso estío por este sol de York. Ricardo III.
Morir es tan común como vivir. Eduardo III.
¿Qué error conduce torpemente nuestros ojos y oídos? La comedia de los errores.
Pues ríe del amor y ama la caza. Venus y Adonis.
¿Quién compra un día alegre y llora un mes? La Violación de Lucrecia.
EL HOMBRE DE LORD CHAMBELÁN (1594-1603).
¿Y a qué pues separar amor y caridad? Trabajos de amor en vano.
Abajo, abajo voy como el fulgurante faetón. Ricardo II.
Cobran Vida, marcada por los astros, dos amantes. Romeo y Julieta.
Curso de fiel amor jamás corrió tranquilo. Sueño de noche de verano.
No ha de haber fundamento seguro si se basa en la sangre. El rey Juan.
Si nos hacéis un corte, ¿no sangramos? El mercader de Venecia.
El honor es un blasón barato. Enrique IV, Parte 1.
Aunque casadas, somos honestas. Las alegres casadas de Windsor.
Oímos las campanas de la medianoche. Enrique IV, Parte 2.
¡Al diablo, apariencia! Iré a denunciarla. Mucho ruido y pocas nueces.
Otra vez a la brecha, queridos amigos, otra vez. Enrique V.
En los asuntos humanos hay una marea que, tomada a favor, trae ventura. Julio César.
Todo el mundo es un teatro, y todos los hombres y mujeres solo actores. Como les guste.
Las pedradas y dardos de la atroz fortuna. Hamlet.
Que los años pronto pesan. Noche de Epifanía.
Que guerra y lascivia se lo lleven todo. Troilo y Crésida.
No le envidio a ningún rey su hartura. Sonetos.
Oh falso resplandor de sus mejillas. Lamento de una amante.
Sepultas sean verdad y belleza. El fénix y el tórtolo.
Con esa misma mano, razones y derecho, os harían sus presas. Tomás Moro.
EL HOMBRE DEL REY (1603-1613).
El hombre, orgulloso, investido en pequeña y breve autoridad. Medida por medida.
¡Señor, cuidado con los celos!, el monstruo de ojos verdes que se burla. Otelo.
Contra mí se ha pecado más de lo que pequé. El rey Lear.
Nunca has conocido el punto medio de la humanidad; solo los dos extremos. Timón de Atenas.
Sangre, dicen, pide sangre. Macbeth.
La edad no puede marchitarla ni arrancar la costumbre de su variedad infinita. Antonio y Cleopatra.
La trama de nuestra vida es de tejido mezclado, lo bueno y lo malo reunidos. Bien está todo lo que bien acaba.
El mundo es desde entonces una constante tempestad que me aleja de mis amigos. Pericles, príncipe de Tiro.
¿Qué cosa es la ciudad si no es el pueblo? Coriolano.
Tú te encuentras con cosas que mueren, yo con cosas recién nacidas. Cuento de invierno.
Pende como fruta de mis brazos hasta que el árbol muera, alma mía. Cimbelino.
Somos de la misma materia que los sueños. La tempestad.
Adiós, un largo adiós, a toda mi grandeza. Enrique VIII.
¿Existe registro de dos que amasen mejor que como nosotros, Arcites? Dos nobles de la misma sangre.
ÍNDICE.
AGRADECIMIENTOS.
